6.1. Monarquía:
1. Lucio Tarquino Prisco
Lucio Tarquinio Prisco (616 a. C. – 578 a. C.), también conocido como Tarquinio el Viejo o Tarquinio I, fue el quinto rey de Roma según la tradición y el primero y fundador de la ciudad según algunos historiadores contemporáneos.
Hijo de un refugiado corintio llamado Demaratos   que se instaló en la ciudad etrusca de Tarquinia, fue autoritario y   guerrero y al mismo tiempo, gran planificador y urbanista. Se hizo   construir un palacio etrusco, en un tiempo en que las cabañas eran las   viviendas de las gentes. Mandó que le fabricasen un trono ostentoso   donde se sentaba siempre con el cetro de mando en la mano y en la cabeza   un yelmo con adornos de plumas. Era rico y despilfarrador entre gentes   pobres de costumbres muy austeras. Como hijo de griego, había recibido   una educación bastante completa; sabía filosofía, geografía,  matemáticas  y otras materias. El historiador romano Tito Livio (59–17 a. C.)   dice que fue el primer rey que usó de las intrigas para hacerse elegir  y  que pronunció un discurso para asegurarse el apoyo del pueblo.
Consiguió que el Lacio le rindiera vasallaje y más tarde luchó contra los sabinos   y consiguió apoderarse de más tierras. Para sus luchas necesitó muchas   armas que la industria pesada le proporcionó. Lucio Tarquinio fue el   gran impulsor de la industria de Roma. Introdujo la costumbre etrusca   del triunfo, tras la guerra victoriosa.
Con   su afán urbanístico Roma dio un gran salto en incremento de monumentos  y  en planificación urbana. Se le atribuye la construcción de las   alcantarillas llamadas cloaca maxima. Mandó trazar calles nuevas,   barrios, un foro o plaza central y mandó construir auténticas casa en   sustitución de las cabañas habituales; el Circo Máximo y el Templo de Júpiter en el Capitolio.
Murió asesinado y tomó el mando su mujer, llamada Tanaquil, que era también etrusca.
2. Servio Tulio
Tarquinio quedó muy mal herido y no pudo recuperarse de las heridas recibidas, por lo tanto Servio Tulio ocupó el trono. 
Servio   fue un gran legislador. Se dedicó a poner orden sobre los deberes y   obligaciones de los ciudadanos para con el estado. Instauró la   obligación de contribuir con los gastos públicos según su jerarquía de   nacimiento y los ingresos obtenidos. Esto formaría parte de los   Impuestos 
Instauró también el Servicio Militar Obligatorio. O sea que cuando había guerra y en esos tiempos había muchas, nadie podía excusarse. 
Los   habitantes fueron divididos en rangos o jerarquías. Los Patricios,  eran  los descendientes de los primeros habitantes, los Nobles parientes  de  príncipes y reyes, los Plebeyos, gente del pueblo dedicada a la artesanía y la agricultura y los Pobres. Los Patricios y los Nobles quedaron con toda clase de privilegios y libertades. Ni pagaban impuestos ni estaban obligados a ir a la guerra. 
Sobre   los Plebeyos recayeron toda clase de Obligaciones, y a los Pobres, que   también los había, mucho no se les podía exigir porque nada tenían  para  dar. 
Aunque nos parezca injusto, fue un principio de orden en la sociedad romana. 
Servio tuvo dos hijas llamadas Tulia. La mayor, era tranquila y placida y la menor era intolerante y violenta. 
Servio   caso su hija mayor, de carácter apacible con un hijo de Tarquinio,   llamado también Tarquinio que tenia carácter violento y belicoso. Y, a   su hija menor, que era violenta con un primo de Tarquinio que era   tranquilo y bonachón. 
Servio,   después de mucho cavilar pensó que lo mejor era cruzar los   temperamentos para no crear matrimonios explosivos. Pero, pronto ocurrió   algo inexplicable: Casi al mismo tiempo murieron Tulia,la mayor y el   primo de Tarquinio. 
Los   viudos decidieron casarse entre ellos y eso prendió la mecha que   acabaría con la tranquilidad del pobre Servio Tulio, ya que Tulia, su   propia hija, pronto comenzó a incitar a su nuevo esposo en contra de su   propio padre. 
Tarquinio   mediante el engaño y el soborno logro conseguir cómplices que le   otorgaron la mayoria de votos en el senado. A partir de ese momento,   Tarquinio ya se imaginó ocupando el trono y comenzó a maltratar a   Servio. 
Ante   esta actitud, Servio corrió al Senado y le pidió explicaciones y   Tarquinio, ni lerdo ni perezoso le constesto: -Yo soy rey por derecho de   nacimiento, tu no puedes decir lo mismo, ya que eres hijo de una   esclava. 
Estas   palabras dividieron la opinión de los senadores que observaban la   discusión, y a los gritos tomaban partido por uno u otro de los   candidatos. 
El pueblo romano al enterarse del escándalo se amontono a las puertas del senado para ver que ocurría y pedir explicaciones. 
En   medio de la trifulca, Tarquinio alzo a Servio y lo arrojo en medio de   la calle. Allí, un grupo de romanos, aliados de Tarquinio arrastraron  al  pobre Servio hasta matarlo y lo dejaron tirado en la calle. 
Tarquinio   fue nombrado rey de Roma. Luego de la Asamblea, cuando regresaban a su   mansión en un esplendido carruaje, tirado por una cuadriga,  atropellaron  el cuerpo de Servio y su sangre salpicó el vestido de su  malvada hija  Tulia, pero a ella no le importo.
  
3. Lucio Tarquino el Soberbio
 Es el séptimo y último rey. Tito Livio dice que fue hijo de Tarquino Prisco.
Estuvo   casado con una hija del rey Servio Tulio a la que   asesinó y   aprovechando las turbulencias de la plebe y los   odios de los patricios   en los últimos años de   Servio Tulio atrajo gran número de     prosélitos.
Un día se trasladó con ellos al foro   y se proclamó rey,   acudió Servio Tulio sin soldados y Tarquino se     precipitó por las escaleras donde Servio Tulio fue   asesinado por   secuaces del usurpador.
Aunque   la monarquía era electiva en Roma,   Tarquino no se hizo elegir por el   senado ni por el pueblo,   prescindiendo en su reinado de las leyes y     costumbres.
Sostuvo guerras y   firmó tratados sin   consultar al senado y procuró evitar la reunión de   las curias.
Fue enemigo de la aristocracia a la que le   confiscó sus bienes.
En la ciudad terminó las cloacas que   habían sido comenzadas por Tarquino Prisco y   construyó el Capitolino.
Tarquino era aborrecido, como todos los déspotas   dictó medidas violentas. Pero pronto todo  se   convirtió en motivo de acusación contra Tarquino:   los  impuestos   excesivos, las guerras   continuas, los trabajos no interrumpidos, todo esto preparaba una   revolución   que se levantaría contra este rey.
La   vista del cadáver de Lucrecia, quien se   había asesinado por la   violación de un hijo de   Tarquino fue el colmo. El pueblo se amotinó y   el senado   dictó contra el rey un decreto de   destitución.
Tarquino   que se encontraba en Ardea, se trasladó   a Tarqui y envió a pedir a   Roma la restitución de   sus bienes, los partidarios de Tarquino tomaron   una   conspiración de la que formaron parte los hijos de Bruto,   pero   el complot fue descubierto por el senado que castigó   a los  integrantes  y repartió los bienes de Tarquino al   pueblo.
Entonces Tarquino se fue a las armas. El senado   creó la dictadura   y se   dio a la batalla del lago Regilo (en 496). Tarquino   resultó   herido y se refugió en Cumas donde fue   protegido por el tirano   Aristodemo hasta su muerte.




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