Todos los frescos de las casas de Pompeya se pueden clasificar en cuatro estilos:
Primer estilo o de incrustación ( siglos II a.C. y I a.C)
Es el más antiguo, imita revestimientos de mármoles. La foto de la izquierda es del primer estilo.
Segundo estilo: arquitectónico o de perspectiva (Siglo I a.C al I d.C.)Los muros se adornan con representaciones arquitectónicas fingidas e intentos de perspectiva; también se introducen temas figurados, paisajes y bodegones.
Esta imagen también es del segundo estilo de pintura que se encontraba en las casas de Pompeya.
Tercer estilo: ornamental o de paredes reales (contemporáneo del anterior):Se caracteriza por poner los elementos arquitectónicos en primer plano, subrayando el muro y haciendo un efecto de ventana. Las arquitecturas que aparecen son fantásticas, introduciéndose guirnaldas y amorcillos en escenas generalmente amarillas sobre fondos oscuros.
Cuarto estilo o de iluminismos arquitectónico (siglo I d.C.): En él se retoma la perspectiva del segundo período pero se usan más colores y más elementos decorativos, introduciéndose formas arquitectónicas muy diversas, recuadros con escenas mitológicas y paisajes imaginarios.
Estos dos cuadros son una muestra de este último estilo. A mí, personalmente es el que más me gusta.
La villa de los misterios:
Situada a unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la ciudad. Está considerada una villa suburbana. Fue construida alrededor del 50 a.C. La construcción pertenece a una casa romana con típica simetría bilateral que se distribuia entorno a un atrio donde se desarrollaban la mayoría de las actividades domésticas.
Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las esposas a los Misterios Dionisíacos. En la llamada Sala de la Gran Pintura, se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C., que representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin mucho éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario